“UNA CARTA DE DESPEDIDA“
España, 19´00h (7pm), cómo estáis?, ¿cómo ha ido vuestra semana?
Ya estamos a viernes de 21 de junio, y como cada viernes aquí tenéis un nuevo capítulo de mi blog personal.
Un capítulo, que, tras leerlo, marcará un antes y un después. Porque como bien dice su nombre o título, más que un capítulo de mi blog personal, (que lo es), es una “Carta de Despedida”.
Me quiero dirigir a vosotros a través de este escrito, de este capítulo de mi blog, para decir ADIOS.
Para, tras un largo tiempo de trabajar en mí mismo, en poder llegar a un punto de consciencia plena suficiente poder dar este paso, comunicaros que me despido de vosotros.
Una despedida, humilde, sincera y a medias.
Una despedida y un adiós, a todos aquellos que os arrimasteis a mí, fingiendo ser mis amigos, cuando vuestra realidad era otra totalmente diferente al papel que interpretabais con maestría.
Quiero deciros adiós, a todos aquellos que me hicisteis mal, a todos aquellos, que no me conveníais, ni en mi rutinar diario, ni en mi propósito de vida, ni en mi avance personal.
Han sido muchos meses, donde, he sufrido, he llorado, he meditado, rezado, intentando aplacar el daño que me estabais causando, y el daño aún mayor que me podéis seguir causando si permanezco a vuestro lado y si yo continúo con mis pensamientos negativos hacia vosotros.
Donde por fin, he podido mitigar ese rencor, llegando a extremos de odio, para aquel, o aquellos, que seguramente y en este momento y a leerme os estáis dando por aludidos.
Hoy me he acercado al mar, al mediterráneo, a ese mar que no sólo popularizó Joan Manuel Serrat, en su eterna canción, sino que era el mar de mi Padre y de mi familia paterna, y junto a mí, en mi espalda en mi mochila, llevaba más de 20 barquitos de papel, cada uno bautizado con un nombre.
Mirando ese azul limpio de cielo que tenía como testigo, me he descalzado, y he ido depositando cada barquito de papel con vuestros nombres, sobre el agua….
En cada, barquito, y antes de daros y darme el gusto de haceros navegar, he mirado por última vez vuestros nombres, donde me han venido recuerdos, momentos, instantáneas, amargas, agridulces, pero de sincero perdón y compasión por vosotros, he visto uno a uno como os alejabais, mar adentro, sin pensar en ningún momento, ni querer que zozobréis, sino todo lo contrario, que lleguéis a cualquier destino donde podáis tener una vida más bonita y mejor, y sobre todo reconducir vuestras vidas, porque, aunque no os lo creáis al deciros adiós, he deseado, que vuestras vidas cambien, que toméis junto a vuestro barquito con vuestro nombre y cómo último regalo de mí para vosotros, un rumbo hacia hacer el bien y hacia propio bienestar personal vuestro.
Me he reservado el último barquito, fabricado con mimo, como todos los demás, para fletarlo cuando ya el vuestro mar adentro, eran casi invisibles a mi percepción ocular.
Ese último barco, ese último barquito, también estaba bautizado…
Y justamente con mi nombre…
Era mi barquito personal, cuya carga, quizá fuera la más repleta, porque en él iban todas mis cargas y energías negativas, que, bien es cierto, muchos de vosotros me provocasteis, pero yo retroalimenté de rencor y odio, cayendo en pensamientos repetitivos y habiendo perdido meses u años de mi vida, por tales acciones.
Y justamente le he dejado, como último barco, no sólo por el hecho de ser el mío, sino porque no quería que se volviera a juntar, ni encontrar, ni seguir navegando junto a los vuestros y sobre todo, no volver tomar el mismo rumbo y llegar al mismo destino, para esta vez empezar de cero.
Me decía mi gran compañero, amigo y confitente, Ricard. R, que cuando una puerta se cierra, una ventana se abre, y (como añadido), decía “y no para tirarse por ella”.
La vida es enigmática, pero a la vez maravillosa, cada día estoy más convencido de ello y lo puedo afirmar con más fuerza.
Habéis aparecido gente anónima, que ya sois presente, gente buena, y que sois mi círculo personal, donde jamás permitiré, que entre alguien con ganas de desestabilizarnos.
Habéis vuelto a aparecer grandes personas, seres humanos que fuisteis todo para mí y que habíamos perdido el contacto y como por arte de magia, aquí estáis.
A todos vosotros, os quiero dar las gracias, porque vuestro nombre no iba en esos barcos de papel, que ya a estas horas, no sólo estarán muchos de ellos en diferentes destinos o navegando hacia ellos. Nosotros estamos en nuestro nuevo barco, que vamos construyendo, con solidez, honradez, compañerismo y sobre todo con risas generosas, comprensión y ternura, donde la amistad avanza cada día.
Hoy, en este nuevo capítulo de mi blog, a todos esos barcos que ya no sé ni donde estáis, os deseo, con sinceridad, todo lo mejor, diciéndoos ADIOS PARA SIEMPRE.
Y al mío, ese último barquito personal que llevaba como nombre “Jorge”, también le digo adiós, porque, aunque ese barquito era el mío y me pertenecía, ese no era el verdadero Jorge, ni el que fui, ni el que quise ser nunca, pero que al fin y al cabo si fui en momentos duros de mi vida.
Me despido, en esta carta de despedida, humilde y sincera, quedándome, con esa última palabra con la que abrí en el párrafo número 6 de este capítulo…
Me quedo con ese “a medias”, porque, si es cierto que es una carta de despedida, pero ese “a medias”, es un nuevo comenzar, es una nueva oportunidad, para que, tras soltar lastre, poder comenzar de cero junto a todos vosotros, con mi alma limpia y llena de ilusión.
Adiós, para los que zarpasteis….
Bienvenidos, para los que ya estáis a bordo de este nuevo barco, cuyo nombre es “Futuro e Ilusión”
Cuidaros mucho, tener un feliz viernes y un fin de semana maravilloso.
Y, sobre todo, y como siempre os digo…
Allá donde estéis…
Ser Muy Felices, Por favor.
Siempre a Vuestro Lado.
Jorge Esquirol.
@elblogdejorgeesquirol
Posdata:
Gracias, a absolutamente todos los integrantes que fueron partícipes, ayer de la presentación oficial de mi primer libro
“Te Regalo Mis Pens(ai)mientos”,
Os invito a comprarlo, en las diferentes plataformas de venta, o en vuestras librerías habituales, porque como hoy escribía en un email y llevándolo al terreno audiovisual, aunque haya sido yo el escritor, tengo un papel secundario, ya que la verdadera protagonista es la Fundación Isabel Gemio, donde todos vosotros al adquirir el libro apoyareis en gran medida a esas líneas de investigación y proyectos que cada día desempeñan.
Gracias a todos los países que os estáis sumando y visitando mi web, a los ya habituales, EE. UU., España, México, Colombia, Uruguay, UK, Croacia, Canadá, Italia, Países Bajos, Irlanda, os habéis sumado, en esta última semana, Perú, Ecuador, Chile y lo más sorprendente y que me llena el corazón de Alegría es que Argentina, sin haberme visitado en las primeras semanas os habéis colocado en segundo lugar como País en número de visitas.
De veras, no tengo palabras de agradecimiento para expresaros a tod@s.
La vida es maravillosa, teniéndoos y sintiéndoos, aunque sea en distancia, demasiado cerca de mí.
@elblogdejorgeesquirol