Por fin es viernes, un nuevo día y una renovada ilusión de poder, a través de mi escritura y de este blog personal,
@elblogdejorgeesquirol, ofreceros un nuevo capítulo.

¿Cómo estás?, ¿cómo estáis?
¿Cómo ha ido vuestra semana?

Deseo que todo haya ido bien para todos y cada uno de vosotros, a quienes agradezco de corazón que cada viernes, fieles a nuestra cita, me leáis desde cualquier parte del mundo.

«Un Extraño»

Quiero, en este nuevo capítulo, compartir uno de mis sentimientos que muchas veces me acecha.

Quiero empezar este blog compartiendo una serie de preguntas que yo mismo me hago a menudo y que me gustaría que os hicierais también, intentando adoptarlas como propias.

¿En alguna ocasión habéis sentido que no reconocéis a alguien cercano, a alguna persona de vuestro entorno más directo?

Y ahora, en primera persona, me gustaría preguntarte:

¿Te has llegado a preguntar por qué y cómo es posible que alguien que forma parte de tu vida se sienta tan distanciado o ajeno a ti?

Seguramente, los que os sintáis identificados estaréis de acuerdo conmigo en que es un sentimiento desconcertante, pero quiero transmitiros que, al mismo tiempo, es mucho más común de lo que podáis imaginar.

Es totalmente normal asociar la palabra «extraño» con una persona desconocida, o con alguien que no actúa como nosotros, o cuya manera de proceder nos llama la atención en comparación con la nuestra.

También, en ocasiones, ese «extraño» puede ser un familiar o una persona muy cercana, con quien de repente, y por cualquier circunstancia, ya no tenemos la misma conexión que en una época pasada.

Nuestras vidas, como seres humanos, están en constante movimiento y cambio.

Es importante recordar que no sólo este proceso afecta a los demás, sino también a nosotros mismos. Cada uno de nosotros también está diariamente en ese proceso de cambio.

En la sociedad actual, en la mayoría de los casos, estamos tan inmersos en nuestras propias responsabilidades, en nuestra rutina diaria y en la presión de factores externos, que se nos olvida mirarnos a nosotros mismos o indagar en nuestro propio yo.

El tiempo, el estrés, la ansiedad, nos llevan a actuar en «piloto automático», y la versión de nosotros mismos que en el pasado conocíamos se aleja cada día más, hasta llegar a ser irreconocible para nosotros mismos.

Una persona a la que admiro y aprecio, en una conversación telefónica inolvidable, me dijo:

«Me miro frente al espejo y no me reconozco».

Quizá ese fue no sólo su despertar, sino el mío y, muy probablemente, espero que el de muchos de vosotros. Ojalá este capítulo os sirva de ayuda.

Tened siempre presente que somos nuestra máxima prioridad. Si no buscamos nuestro centro y equilibrio, si no estamos en paz con nosotros mismos, jamás podremos transmitir esa paz a las personas que queremos y que nos rodean. Por mucho que finjamos o intentemos disimular, nunca podremos reflejar una verdadera serenidad.

Con frecuencia podemos sentirnos perdidos porque, sin darnos cuenta, hemos dejado de escuchar nuestra propia voz interior y nos transformamos en «alguien» que prioriza e intenta satisfacer las expectativas de los demás, olvidándonos por completo de nosotros mismos.

Os invito a descubriros de nuevo. Me encantaría que todos aquellos que hayáis perdido la motivación (como tantas veces me ha pasado a mí) volvierais a reencontraros con vuestros propósitos e ilusiones. No me gusta hablar de sueños, porque, como bien escribió el gran Calderón de la Barca:

«Los sueños, sueños son».

Me quedo con la palabra «ilusión» antes que con «sueño», porque, teniendo ilusiones, visualizándolas y siendo perseverantes, algún día, en el momento más inesperado, alcanzaréis esa meta y esa ilusión se convertirá en el sueño que tanto anhelabais.

Conectaos con vosotros mismos, sed vuestra prioridad, para poder ser también la de quienes apreciáis y amáis. La introspección no es sencilla, pero os aseguro que confiando en vosotros y profundizando en vuestro propio ser, podréis redescubrir vuestra esencia, metas y valores que, quizá, dejasteis olvidados en algún rincón del desván de vuestra alma.

Redescubrirse es un proceso continuo, y cada vez que lo practicamos reducimos ese sentimiento de «extrañeza» hacia los demás y, al mismo tiempo, entre esos «extraños» en nuestras vidas y el verdadero «tú». Llegaremos a la conclusión de que, en muchos casos, el verdadero «extraño» somos «nosotros mismos».

Jorge Esquirol

@elblogdejorgeesquirol

Posdata:

Quiero, en esta posdata, agradecer a los diez primeros países que me seguís mayoritariamente (cuyos datos me proporciona el departamento de marketing):
México, USA, Argentina, Reino Unido, Italia, España, Suecia, Venezuela, Colombia y Japón.

Millones de gracias por leerme cada viernes. Mención especial a todos los que os ponéis en contacto conmigo a través de mis canales oficiales, porque sois mi fuerza, mi energía y mi ilusión, y porque, como ya os he dicho en varias ocasiones, cada vez sois más y ya formáis parte de mi vida.

Gracias, José Alfredo, por tu apoyo, serenidad y paz. Ya sabes que mi respeto y amistad hacia ti van más allá de tu profesión de abogado.

José Manuel, como te digo cada día, mi admiración y lealtad hacia ti; fuerza y honor, que Dios esté siempre a vuestro lado y os proteja como lo hacéis vosotros por nosotros.

A usted, Dra. Mercader, mis deseos de pronta recuperación de esa rodilla, todo lo mejor. Gracias por su apoyo (aun estando convaleciente) y su trato hacia mí en momentos difíciles.

Gracias, Ricard, porque eres ese «compa», ese amigo verdadero y esa compañía diaria que, aunque no lo creas, me hace mantener mis ilusiones y me da fuerzas para mantenerme firme en mis creencias, que también son las tuyas.

Joan Carles, ¡qué gran noticia tu pronta recuperación de esa operación de retina! Me alegra enormemente, compañero.

Mery, Nelly, María… qué bendición teneros y sentiros cerca cada día.

Vane, la conexión es mágica, como el destino es impredecible, pero en esta ocasión ya estaba previsto cruzarnos en este camino llamado vida (tres estrellas de luz).

Amparo, tus posts de cada lunes son las palabras necesarias para inyectarme de cordura, coherencia y las ganas de seguir creyendo en que la gente buena es mayoría. Los valores y la palabra «familia» aún existen en el diccionario.

Uriel, más que un agente editorial, eres un regalo que apareció en mi vida de una manera realmente inesperada. Gracias por todo y para siempre.

A ti, Iñaki, la reciente reconexión me ha transportado a atriles compartidos, a salas de doblaje y a recuerdos imborrables.

Por cierto, quiero comunicaros a todos que, tras la decisión de la artista invitada y mi gran amiga, Vanessa Cerallo, y mía personal de posponer el evento online en acto de solidaridad con los afectados por la DANA, mi compañero y amigo Iñaki Crespo se incorpora al plantel como próximo invitado de «Entre Amigos», a principios de diciembre. No sólo hablaremos de doblaje, sino que homenajearemos a los grandes de este medio que ya no están, pero cuyo legado es imborrable.

Gracias, Iñaki, por aceptar la invitación. Habrá magia y añoranza en nuestro «Entre Amigos», estoy convencido.

Y tú, Xavi, quien dirige la sala de máquinas, no sólo eres responsable de mi infatigable superación, sino que tu honestidad y tu impecable trabajo son dignos de mención. Moltes gràcies, amic, per tot i per tant.

Para finalizar, deciros que vienen nuevos proyectos y contenidos atractivos e innovadores, en los que estamos trabajando duro y que estoy seguro de que os gustarán.

Así mismo, quiero comunicaros que mi segundo libro editorial ya está terminado y en proceso de corrección. Si Dios quiere, verá la luz en época navideña. Tú dictas, Uriel.

Gracias a todos, porque sin vosotros, nada tendría sentido ni sería posible.

Feliz fin de semana.

Sed muy felices, por favor.

«Siempre a Vuestro Lado»
«Siempre a Tu Lado»

Jorge Esquirol

@elblogdejorgeesquirol