¿Cómo estás? ¿Cómo ha ido la semana?

Me alegro de nuevo de saludarte; y hablo en singular porque este segundo capítulo de la segunda temporada de mi blog personal es y está dedicado a ti.

La razón de dedicarte este capítulo es porque quiero que sepas lo importante que eres en mi vida. Y también quiero que seas consciente, quizá, de esas acciones que, inconscientemente, cada día me regalas sin darles la autoría que merecen y que llegan a significar tanto para mí.

Tú, que siempre estás ahí, que te preocupas y te interesas por mí y viceversa.

Tú, que cada mañana y en forma de mensaje, sin oír tu voz, te siento, y no de cualquier manera, sino cerca, muy cerca, aunque nos separen miles de kilómetros de distancia, con un inmenso océano de por medio.

La realidad es que también es para ti, que me das los buenos días cada mañana, con esa mano generosa que me ofrece un café para compartir, acompañado de ese «¿cómo has dormido?» que, aunque parezca o sea rutinario, cada ocasión en que lo escucho me suena enormemente mejor y mágicamente novedoso.

Tú, sí, tú, cuya generosidad diaria de compartir ilusiones y emociones vividas y por vivir son realmente la permanencia que me sostiene en ese alambre por el que, hoy en día, no sólo yo, sino la humanidad entera camina, sin una referencia clarividente en un futuro inexistente, a la vez que lo insuficientemente anticiclónico, oscurecido por esas nubes borrascosas de incertidumbre que nos inundan de intención y voluntad, ennegreciéndonos el alma.

Tú, que estás a mi lado, y tú que no lo estás.

Y, por supuesto, tú, tan sólo tú, que siempre fuiste esa referencia, esa figura fundamental en mi vida y ese amigo, ese guía al que intenté seguir, aunque ahora ya no estés junto a mí, y hasta la hora de mi partida no nos volvamos a encontrar.

De nuevo, a ti, porque tus maravillosas palabras hacia mí son el freno de mi impaciencia y me hacen reflexionar profundamente, llegando a la conclusión de que aún existen seres humanos cuyo desinterés, valores y bondad superan la media del conjunto global, destacándote de nuevo a ti y también a ti y a ti.

Y no pienses que me olvido de ti, que estoy en la certeza de que estaba pasando por tu mente que mis recuerdos son banales en mi retentiva personal de mis sentimientos y se apegan al olvido.

Quiero despedirme de ti, de todos esos «tí», que no sois más que todos vosotros a los que siempre os estaré profundamente agradecido, con unas palabras extraídas de una gran canción de mi admirado José María Cano:

«Tú, y sin ti, «yo» no,

Tú, y sin ti, «ya» no»

Pasad un feliz viernes y un maravilloso fin de semana.

Siempre a tu lado.

Siempre a vuestro lado.

Que tengáis un gran viernes y un fin de semana maravilloso.

Y recordad:

«Sed muy felices, por favor».

Os abrazo.

Jorge Esquirol

@elblogdejorgeesquirol

Posdata:

Quiero agradecer a los 10 países que en esta segunda temporada me habéis empezado a seguir de nuevo con más fuerza y mayoritariamente, y a todos aquellos que habéis vuelto a contactar conmigo, así como a los que habéis arrancado de nuevas.

Ser siempre bienvenidos:

Millones de gracias a:

Argentina, España, USA, Chile, Colombia, Irlanda, México, Brasil, Francia y Japón.

Así mismo, os recuerdo y os invito a suscribiros a mi página web totalmente gratis para teneros informados puntualmente de todas las novedades que vienen por delante en esta segunda temporada.