La vuelta de Jorge Esquirol, con nuevos capítulos de su blog personal, como siempre cada viernes.

Tras casi dos meses de ausencia, donde he tenido que abordar temas personales —así, tras publicar mi primer libro editorial: «Te Regalo Mis Pens(ai)Mientos»—, terminar mi segundo libro, pero sobre todo, el verdadero esfuerzo ha sido enfocarme en mí mismo, trabajar en mi crecimiento personal, en serenar mi mente, alinear mi alma y espíritu y convertir el desgaste en energía positiva, recuperando renovadas ilusiones para abordar esta segunda temporada con fiabilidad personal, para volver a estar de nuevo junto a todos vosotr@s.

Sí, he vuelto, para contaros, como siempre, con verdades, con poesía, con tristeza y melancolía, con felicidad y anhelo, para transmitiros a través de mi escritura, como ya era costumbre, cada viernes un nuevo capítulo de @elblogdejorgeesquirol.

Volver es un nuevo empezar, un nuevo comienzo…

Volver es, para mí, ese arcoíris que se dibuja frente a mí tras una tarde de tormenta, y que me ofrece esa gran puerta multicolor que me gusta traspasar para empezar desde cero.

He vuelto tras ese «descansito» impuesto por mí mismo (que no ha sido tal descanso, aunque muchos de vosotros lo penséis).

Bienvenidos a tod@s de nuevo.

Aprovecho para deciros que, en este corto espacio de tiempo, me he sentido acompañado por tod@s vosotros, aunque más lejos que nunca de muchos de vosotros, anónimos y conocidos.

Hoy he vuelto, acompañado del viento del norte, paladeando aún el salitre de un mar y un océano, guiándome en mi brújula personal, siempre y en todo momento, sin echaros en el olvido ni perdiendo la ilusión por este regresar.

Volver no, y nunca, es o será retroceder o recular; todo lo contrario, volver es retomar, es reiniciar, es volver a abrir el telón, para que los que me leéis desde tan diversos continentes, países, estados, ciudades y pueblos podáis seguir conociéndome a través de mi escritura.

He vuelto con mi alma más pura y con mi corazón más latente y candente que nunca.

Seréis testigos, en esta mi segunda temporada, de éxitos, ilusiones, muchísimas novedades, y mi análisis personal de la actualidad bajo ese punto de vista crítico que me caracteriza.

Y sí, he vuelto para dar que hablar, para que mi pulso siga sin temblarme al escribir y simplemente expresar mis sentimientos, sin ningún tipo de coacciones o censuras.

Y qué mejor que poder compartirlo con tod@s vosotros.

Soy consciente de que muchos de vosotros, al igual que yo, os sentís identificados con demasiadas cosas que tenemos en común, como sé que mi alegría es la vuestra y vuestra tristeza es la mía, en una reciprocidad innata de sentimientos conjuntos que hacen que nuestra conexión sea realmente mágica y excepcional.

He vuelto para seguir estando a tu y a vuestro lado, para sentiros cerca y ser partícipe de cada ilusión o fracaso que podamos tener, para estar junto a ti y hacerte compañía en esos días de soledad, para intentar darte luz cuando solo ves oscuridad, y para que tú también seas mi luz en esos días míos borrascosos.

He vuelto para seguir siendo tu y vuestro aliado, para saber escucharos, aprendiendo cada día de vosotros y para darte consejos si están en mi mano y en mi percepción (y los que me conocéis bien sabéis que siempre digo, ya desde hace muchos años, que no me gusta dar consejos).

Para compartir mi día a día contigo…

He vuelto para ofrecerte mi mano…
Pero, sobre todo, he vuelto para que podamos compartir sensaciones, emociones y… ¿sabes y sabéis algo?…
He vuelto porque ante todo y sobre todo os echaba muchísimo de menos.
De nuevo, bienvenidos a tod@s.
Siempre a tu lado.
Siempre a vuestro lado.
Que tengáis un gran viernes y un fin de semana maravilloso.
Y recordad:

«Sed muy felices, por favor».

Os abrazo.

Jorge Esquirol

@elblogdejorgeesquirol